Los vecinos de la calle Tulipanes, ubicada en el municipio de San Andrés de Rabanedo (León), llevan tres años viviendo las consecuencias de la ocupación irregular de 16 viviendas. Suciedad, ruido y robos son algunas de las denuncias que han puesto los vecinos con el objetivo de encontrar una solución, tal y como ha publicado el Diario de León.
Los pisos del edificio, de nueva creación (2011), no pudieron ser vendidos por el constructor debido a la crisis. A pesar de que no cuentan con la cédula de habitabilidad, fueron vendidos por otras sociedades a precios muy bajos incumpliendo presuntamente la normativa.
Actualmente en los números 3, 5 y 9 residen alrededor de 30 vecinos, mientras que el número 7 –en manos de Cajamar– está habitado por varias familias que, según ha confirmado la Policía, proceden del desalojo de un conjunto de chalés deshabitados en Las Lomas, en el municipio de Valdefresno.
Los vecinos acusan a los supuestos moradores ilegales de haber “destrozado las viviendas, robado sus radiadores, sanitarios, cables y cerraduras”. “Han metido galgos y pitbulls, está todo sucio y hay mucho movimiento, porque se dedican al menudeo y a la farándula”, añade uno de los vecinos.
Los problemas de salubridad y el estado del edificio han dificultado en gran medida tanto la venta como el alquiler de estos pisos. “No podemos dormir, pasas miedo por lo que ves y oyes, y estamos rodeados de porquería. Parece que ellos tienen todos los derechos y nosotros ninguno, solo aguantarnos”, comentan para el Diario de León.
El caso ha llegado a los tribunales que han dictado finalmente el desahucio. Sin embargo, aún no se ha establecido una fecha concreta de desalojo.