Bumping, snapping, drilling (taladro), ganzuado… Seguramente has oído hablar en medios de comunicación sobre algunas de estas técnicas a la hora de informar sobre un robo o asalto en una vivienda. Sin embargo, a pesar de ser los más frecuentes, no son los únicos métodos de intrusión a los que recurren delincuentes y bandas organizadas.
En los últimos meses han comenzado a proliferar otro tipo de técnicas aún más sofisticadas como el impresioning, que se caracteriza principalmente por no dejar ninguna señal de fuerza en la cerradura. El impresioning comparte con el resto de técnicas mencionadas la superficie de ataque: el cilindro, también conocido como bombín. Sin embargo, el procedimiento difiere de los otros métodos de intrusión y requiere de una mayor inversión de tiempo.
El impresioning se realiza en dos fases:
Se trata de un procedimiento con alto porcentaje de éxito que permite a los cacos acceder a la vivienda tal y como lo hace el propietario. Además, al no requerir ningún tipo de forcejeo, la cerradura queda intacta.
Al igual que el bumping o el picking (ganzuado), el impresioning es una técnica de robo limpia
que no deja ningún rastro. Esto hace que el propietario no sea consciente de que han accedido a su vivienda hasta que se percata de la falta de algún objeto de valor. Las escasas pruebas para garantizar que se ha producido un robo derivan en un sinfín de dificultades para el cobro de las indemnizaciones del seguro, tal y como ya indicábamos en nuestro último post sobre el bumping.
Los ladrones experimentados analizan el exterior de la vivienda y detectan los puntos débiles como oportunidades. Un cilindro antiguo será fácilmente manipulable y actuará como una atractiva llamada a la acción del robo. Ante esto, en Uplocks recomendamos Avocet ABS ®, el bombín líder en Reino Unido y recomendado por la policía británica. Puedes conseguirlo en nuestra tienda online desde solo 59€.