En 2016 se registraron en España 112.925 robos con fuerza en viviendas según el último balance de criminalidad publicado por el Ministerio del Interior. Se trata de una preocupante cifra que se traduce en una media de 311 robos al día. La Comunitat Valenciana es la más afectada por estos delitos, seguida de la Región de Murcia, Castilla La-Mancha, Cataluña e Islas Baleares (Ver: Ranking de las Comunidades Autónomas con mayor índice de robos en viviendas).
Pero más allá de los datos estadísticos, ¿cómo se cometen estos robos? ¿qué técnicas son las más habituales? Los métodos de intrusión utilizados por cacos y bandas organizadas son cada vez más sofisticados. Es decir, utilizan técnicas rápidas que incluso no dejan ningún rastro de fuerza que indique que se ha cometido un robo. Para poder tomar las medidas preventivas adecuadas es básico conocer primero los métodos de intrusión en viviendas más utilizados en España.
La mayor parte de las técnicas de robo recaen en el cilindro, también conocido como bombín. La puerta es, por tanto, la principal superficie de ataque de los intrusos y conviene reforzarla para incrementar la protección de nuestra vivienda. ¿Cuáles son los métodos de robo más comunes? Los recopilamos:
En un principio esta técnica era utilizada por profesionales cerrajeros para acceder a las viviendas en caso de pérdida de llaves o situaciones de emergencia. Sin embargo, el bumping ha cobrado progresivamente carácter delictivo, utilizándose con frecuencia para asaltar viviendas o negocios. A día de hoy es el método de intrusión en viviendas más frecuente en España.
El bumping solo requiere una llave previamente modificada, conocida como llave bump, y una herramienta con la que poder golpear como un martillo o un destornillador. Con la llave especial y un golpe contundente consiguen alinear los pistones del cilindro y liberar el giro de la cerradura. Se trata de un método sencillo que además no deja rastro, dificultando a las víctimas el cobro de las indemnizaciones del seguro.
Según la Unión de Cerrajeros de España (UCES), el 80% de las cerraduras instaladas pueden abrirse en menos de 25 segundos mediante bumping.
La extracción es una técnica agresiva que al igual que el bumping ataca el cilindro o bombín de la puerta. Consiste en arrancar literalmente el cilindro con unos alicates, partiéndolo por la mitad y accediendo posteriormente al rotor para girarlo. Es una técnica sencilla especialmente si el cilindro sobresale de la puerta o no está protegido con un escudo.
El drilling o taladro requiere del uso de fuerza bruta y suele emplearse en viviendas aisladas o alejadas de núcleos urbanos. Con un taladro destruyen el cilindro y acceden directamente al rotor de la cerradura. Manipulan así el mecanismo de bloqueo de la cerradura, girando el rotor y abriendo finalmente la puerta. Se trata de un método agresivo que deja una clara huella en el cilindro, al igual que el snapping.
El picking o ganzuado es el “arte” de abrir la cerradura manipulando los sistemas internos de bloqueo del cilindro con la ayuda de varias herramientas (conocidas como ganzúas). Es una técnica que requiere paciencia y destreza por parte del ladrón. Al igual que el bumping, no deja rastro de fuerza en la cerradura.
El impresioning es una de las técnicas de robo que más esta extendiéndose en España. Los cacos imprimen las muescas de la cerradura con una fina lámina de aluminio que se moldea con pequeños movimientos. Esto les permite crear una copia exacta de la llave. Tampoco deja rastro en el mecanismo de la cerradura.
Las ventanas son junto con la puerta otra de las superficies exteriores más sensibles a los robos. Las ventanas que se encuentran a baja altura y que no tienen rejas pueden convertirse en un sencillo punto de acceso al interior de las viviendas. En la mayor parte de estos robos los cacos hacen palanca en la hoja de la ventana para conseguir abrirla.
Los intrusos fingen ser un técnico del gas, de una compañía telefónica o un vendedor. Una vez se gana la confianza del morador, acceden a la vivienda para sustraer objetos de valor o solicitar dinero en efectivo. Este tipo de métodos suelen dirigirse a personas de mayor edad. También es utilizado por bandas organizadas para poder estudiar previamente la vivienda y perpetrar el robo posteriormente con mayor facilidad.
Existen otras técnicas que emplean los intrusos para minimizar riesgos al perpetrar un robo en una vivienda. Hace unas semanas la Policía Nacional advertía a través de su cuenta de Twitter sobre nuevas técnicas para marcar las viviendas: vaselina en la mirilla, piezas de plástico en los márgenes de la puerta, etc.
Por otro lado, los inhibidores de alarma son otros de los métodos que permiten a los ladrones acceder a las viviendas de forma desapercibida, inutilizando los teléfonos móviles y sistemas de alarma.